Se acabó el curso.
Y qué mejor manera de rematarlo que con una fiesta organizada por los padres y las madres (AMPA) y la comisión de festejos.
El líquido elemento salía disparado por multitud de pistolas de agua, la espuma corría a raudales y se vislumbraban diminutas cabezas sonrientes en una alfombra blanca burbujeante. Castillos hinchables animaban a los más pequeños a saltar sin parar y a llevarse algún pisotón y coscorrón para casa. Además, para hidratarse y reponer fuerzas, algunas viandas ayudaban a llegar al final de la fiesta con energías suficientes.
Feliz verano.
Nos vemos el próximo curso.